Introducción
Los sistemas hidráulicos son el alma de las hormigoneras, ya que impulsan funciones críticas desde la rotación del tambor hasta la descarga. Sin embargo, la gestión inadecuada de los fluidos o las fugas no detectadas pueden provocar costosos tiempos de inactividad o incluso riesgos para la seguridad. Esta guía proporciona medidas prácticas para supervisar los niveles de fluido, identificar fugas a tiempo y aplicar medidas preventivas, garantizando que su hormigonera funcione de forma segura y eficaz durante años.
Gestión de fluidos hidráulicos en hormigoneras
Determinación del nivel y tipo de fluido correctos
Empiece por lo básico: El fluido hidráulico debe estar dentro del intervalo recomendado por el fabricante, es decir, ni por encima ni por debajo. El llenado excesivo puede causar una presión excesiva, lo que puede provocar la rotura de juntas o daños en los componentes, mientras que los niveles bajos de fluido pueden provocar la cavitación y el sobrecalentamiento de la bomba.
Pasos clave:
- Compruebe semanalmente los niveles de líquido utilizando la varilla o la mirilla del mezclador. El fluido debe estar entre las marcas "Mín" y "Máx" cuando el sistema está frío.
- Utilice el tipo de aceite adecuado. Los sistemas hidráulicos de las hormigoneras suelen requerir fluidos antidesgaste de alta viscosidad (ISO VG 46 ó 68). Consulte las especificaciones en su manual.
- Controle el color del fluido. El aceite oscuro o lechoso indica contaminación (agua, suciedad) y exige una sustitución inmediata.
¿Se ha preguntado alguna vez por qué el fluido hidráulico se vuelve lechoso? La entrada de agua, a menudo por condensación o fugas, crea una emulsión que reduce la eficacia de la lubricación.
Inspección paso a paso de fugas y componentes dañados
Las fugas son la causa número 1 de averías hidráulicas. La detección precoz evita averías catastróficas:
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Inspección visual:
Busque estrías de aceite alrededor de mangueras, racores y cilindros. Preste especial atención a:
- Juntas y juntas tóricas (la hinchazón o las grietas indican desgaste).
- Conexiones de mangueras (apriete los racores sueltos; sustituya los corroídos).
- Prueba de presión: Si las fugas no son visibles pero los niveles de líquido descienden, utilice un manómetro para identificar fugas internas en válvulas o bombas.
- Escucha ruidos extraños. Los chirridos o golpes sugieren la entrada de aire o niveles bajos de líquido.
Consejo profesional: Coloque un cartón limpio debajo de la mezcladora durante la noche para localizar fugas lentas.
Medidas preventivas y solución de problemas
Cómo evitar averías comunes del sistema hidráulico
La prevención es mejor que la reparación. Aplique estas prácticas:
- Mantenimiento de los filtros: Sustituya los filtros hidráulicos cada 500 horas (o según el manual) para evitar obstrucciones.
- Evite la contaminación cruzada. No mezcle nunca fluidos de distinta calidad; lave el sistema antes de cambiar de tipo.
- Control de la temperatura: Los mezcladores deben funcionar a temperaturas comprendidas entre -10°C y 90°C. El calor extremo diluye el fluido y el frío lo espesa. El calor extremo adelgaza el fluido; el frío lo espesa, forzando las bombas.
Piense en el fluido hidráulico como el torrente sanguíneo del mezclador: limpio, equilibrado y libre de obstrucciones.
Protocolos de emergencia para fugas repentinas
Actúe con rapidez para minimizar los daños:
- Apague la mezcladora inmediatamente para evitar la pérdida de fluido o el agarrotamiento de componentes.
- Contenga la fuga con esteras absorbentes (nunca utilice serrín, obstruye los sistemas).
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Identifique la fuente:
- Rotura de la manguera: Sustituya toda la manguera; los parches no son seguros.
- Rotura de la junta: Las reparaciones temporales como los selladores son arriesgadas; dé prioridad a las reparaciones profesionales.
Para problemas persistentes: Los equipos de asistencia para cabrestantes y maquinaria de construcción de Garlway ofrecen herramientas de diagnóstico adaptadas a los sistemas hidráulicos.
Conclusión: La seguridad como práctica habitual
El mantenimiento hidráulico no es sólo cuestión de longevidad, sino de proteger a los operarios y los lugares de trabajo. Si comprueba rutinariamente los niveles de fluido, inspecciona en busca de fugas y respeta las directrices de temperatura, evitará el 80% de los fallos comunes. Recuerde: Un sistema hidráulico bien mantenido es la columna vertebral de una hormigonera fiable.
Conclusión práctica: Programe un "chequeo hidráulico" mensual siguiendo los pasos de esta guía, y mantenga kits de reparación de emergencia en caso de fugas.